Hay una obsesión oficial por empezar las clases y el ciclo lectivo 2021 pero sin duda las escuelas no están en condiciones. Tuvieron un año para intervenir los establecimientos educativos que se caían a pedazos. Hoy, tras un año redondo de haber abandonado los edificios, docentes y padres se encuentran con las escuelas a medio refaccionar, sin insumos y sin personal de limpieza. Villa Cubas por ejemplo tiene una sola ordenanza para todo el lugar. La vuelta a clases en pandemia, un trauma social.
Por lo que sucedía en el mundo sabíamos que la pandemia llegaría tarde o temprano. Cuando llegó a la Argentina ya conocíamos bastante del Coronavirus, suerte que no tuvieron otros pueblos y habitantes del planeta. Sin embargo, igual caímos en la improvisación. En Catamarca, el mismo sistema derivacionista (pacientes del interior a Capital) se aplicó al Covid-19 y en poco tiempo el Monovalente “Carlos Malbrán” colapsó.
Lo mismo ocurrió con las escuelas. Aunque hubo todo un año por delante, el 2020 parece no contar a la hora de comentar cómo se encuentran las escuelas. Un día volveríamos a clases pero desperdiciamos el tiempo para acondicionarlas con medidas sanitarias y refaccionarlas para que no sean un peligro para los docentes y alumnos. Se caen los techos, se electrifican las paredes, los baños rotos, no hay agua, etc, etc. Casi todo está como lo dejamos, y peor.


